Lo principal en una pizza es algo que todos sabemos: la masa.
Una pizza puede ser una delicia o un desastre en función de la masa, así que vamos a empezar por ahí.
Masa
Os propongo aquí una masa casera muy fácil de preparar y que resulta muy bien. Si no encontráis la levadura de panadería, también podéis comprar harinas para pizza, que ya la tienen incorporada y son muy buenas según mi experiencia.
Necesitaréis:
300 g. de harina de trigo (podéis usar harina de fuerza pero suele resultar un poco más ácida, así que os recomiendo que uséis una normal, ya que el resultado es muy similar)
1 sobre de levadura de panadería MAIZENA
4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
150 ml de agua caliente
1 cucharadita de sal
1. Poned la harina en un bol alto junto con la levadura y la sal. Removed con ayuda de un tenedor para mezclarlo todo un poco.
2. Haced un pequeño volcancito con la harina ayudándoos de una cuchara, de un tamaño suficiente para que os entren el aceite y el agua. Añadid estos dos últimos y removed con el tenedor hasta que se la masa comience de desprenderse de los bordes y entonces... A amasar con las manos! os recomiendo que lo hagáis sobre la encimera o sobre una mesa, porque es más dificil en el bol...
4. Amasad durante unos 10 minutos. Lo mejor esq mientras amasáis, de vez en cuando hagáis "churros" con la masa, y uniendo los extremos volváis a hacer una bola (da elasticidad a la masa)
5. Cuando hayan pasado esos 10 minutos de amasado, haced una bola con la masa y ponedla en el bol de nuevo, cubierta con un trapo (si hace mucho calor, humedecedlo ligeramente) y dejadla crecer durante unos 40 minutos.
Tomate para la pizza
Esto también tiene su aquel... He probado todo tipo de tomates y salsas para pizza, y ninguno me convenció del todo hasta este verano.
Os propongo lo más simple de todo. Haced el tomate vosotros mismos.
Una buena amiga me trajo unos tomates de la huerta de su abuela y os garantizo que es el mejor tomate que he probado. Aquí en Madrid es extremadamente dificil conseguir tomates de huerta recién cogidos, así que me tengo que conformar con tomates de ensalada un poco maduros, y aunque el resultado no es el mismo, es mucho mejor que cualquier tomate de lata.
Para prepararlo sólo se necesita un tomate grande (del tamaño de un puño).
Ponéis agua a hervir y metéis el tomate dentro. Lo dejáis en el agua hirviendo hasta que se abra la piel, y entonces esperad unos 5 minutillos.
Sacad el tomate con una cuchara y pasadlo por un chorro de agua bien fría y dejadlo templar un rato para no quemaros los dedos al pelarlo.
Quitadle la piel y la parte dura del corazón y directo a la batidora con una cucharada sopera de azúcar, una cucharadita de sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra (podéis añadirle también orégano, albahaca, perejil...)
Trituradlo y listo! el mejor tomate para pizza que podáis esperar.
Preparación de la pizza
Extended la masa, o bien en una fuente de horno, o en dos masas circulares (ayudaos para esto último de un rodillo y de vuestra paciencia y habilidad para que quede un círculo).
Poned una cantidad suficiente del tomate que hemos preparado antes, dejando sólo medio centímetro de borde sin cubrir con tomate.
Echad un poco de queso mozzarella por encima del tomate, y ponedle jamón york encima.
Cubrid con queso mozzarella y con algo de queso de gratinar (suelen ser mezclas de edam, cheddar... que le dan muy buen sabor) y añadid unos champiñones limpios y cortados en láminas, así como unas aceitunas negras.
Por encima poner un poco de orégano y perejil y un chorrito de aceite de oliva (este es un detalle que hace la pizza más jugosa y no resulta en absoluto grasienta)
Tenedla en el horno a 220ºC (precalentado previamente a esa temperatura durante 10 mins.) por arriba y abajo entre 15 y 20 minutos, hasta que veáis que el queso se fundió y la masa está dorada (que no tostada)
Y a comer!!!!